Tuesday, April 17, 2007

El econometra (I)


(…) Yo era el típico maldito bastardo, licenciado en Historia del Arte, con un Máster del Universo (MoU) en Econometría. Me dedicaba a diseñar modelos estocásticos de visitas turísticas para el Ministerio de Cultura Coreano, utilizando un programa informático cuyo parecido con el Statgraphics 97.0 era evidente. Un par de cambios en los colores de los comandos para lanzar hologramas de cubos de regresión. Un par de menús despleglables nuevos, llenos de tapas virtuales de pulpo y sushi a la gallega descargables. Lo típico para sacarle a uno los cuartos como a un chino. Bueno, como a un coreano, claro. Lo que no era tan evidente era la fuente energética que alimentaba al ordenador. Si, desde luego que era de los primeros computadores en funcionar a base de vapor. Después de ver como volaba en minúsculos pedazos la torre Hyunday, a ver quien era el guapo que se ponía a utilizar de nuevo un microprocesador ruso de fusión nuclear. “Que le den al cambio climático”. En esto, el Ministro de Cultura y los sindicatos, estaban por una vez de acuerdo.
Corría el verano del año 2126. Lo recuerdo por el almanaque colgado de la pared de la cocina. El mes de julio venía embellecido por una fotografía de una cucaracha gigante en topless, tomando el Sol en una playa de líquenes. Gran año, el 2126. Qué grande, esa última gira de los Stones.
Aquella mañana, todo parecía igual que siempre. Después de tomar un café que sabía a rayos, me dirigí a la parada del autobús. El autobús era una antigua guagua cuyo motor había sido reconvertido en maletero, y la propulsión del vehículo la conformaban dos yeguas portentosas y dopadas con metadipomonil 14, de crines brillantes y ojos rojizos yonquis.

Al llegar a la oficina, pregunté a mi compañero Park si ya había terminado su informe sobre consumo cultural de estadios. En Corea, la quinta guerra mundial había terminado definitivamente con todo resto arquitectónico anterior a 1990. Los antiguos estadios de fútbol hacían las veces de lo que debían ser las catedrales góticas a finales del siglo XX en Europa.

Los británicos habían lanzado sobre la península coreana el arma definitiva: bombas nucleares tácticas políticamente correctas que sólo respetaban las plantas petrolíferas, los estadios de fútbol, los periodistas y los cultivos de soja bio.


Si, descendiamos de un pueblo de periodistas cebados de soja.

Cuando recordaba mi infancia me entraba nostalgia. Yo siempre había querido ser econometra. Desde muy pequeñito. Todos mis compañeros de párvulos querían dedicarse a profesiones útiles. Algunos querían ser periodistas, como sus abuelos, como sus padres. Otros más prácticos pretendían ser bomberos, actores, bailarines, filósofos. Yo quería dedicarme a la econometría. Mi familia estaba formada por gente trabajadora, respetable, taoísta como el Tao manda. Todos se dedicaban al periodismo, a la danza, al teatro, a la jardinería.
El día que le dije a mi padre cuál era mi vocación casi le entra un síncope.

-¿¿Econoqué??


-Econometra.

-Te refieres a… ¿modelizar evoluciones de precios de ínsumos industriales? ¿De tipos de cambio y todo eso?

-Eh…si, más o menos. Quiero hacer modelos de explotación sostenible de recursos acuíferos y petrolíferos en regiones desérticas.

-Pero hijo mío!! Cómo vas a ganarte la vida el día de mañana con eso!!! Los econometras se mueren de hambre! (…)



3 Comments:

At 18.4.07, Anonymous Anonymous said...

¿Recuerdas a la "Princesa Econometra"? ¿Aquella chiquilla de porte ligero, mirada inocente y carnosos labios?¿Aquella que sucumbió a los cantos de sirena de la facultad de económicas más prestigiosa de Europa, para decepcionar a sus afanados padres, productores de queso Gouda?

 
At 19.4.07, Anonymous Anonymous said...

Claro… estuve hace unos días desayunando un karnemelk con su hermano hipercalórico.
Me contó que la Princesa Econometra trabaja con Úrsula y está terminando su tesis doctoral:
"A non parametrical asturian approach for random estructural uncertainties in a dynamic pollo diablo implicit cartel interaction"

Subtítulo : « haber vivido mi infancia rodeada de queso gouda, es lo que tiene »

Negro, tienes que ver esta peli, es para ti :
http://www.bothersomeman.com/

 
At 19.4.07, Anonymous Anonymous said...

http://www.uvt.nl/webwijs/english/show.html?anr=492772

No se llamaría Vilemina, ¿no?
No, demasiado terrenal.

Mierda, hoy saldré a las mil como siga así.

 

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